No hace falta decir la importancia que cuidar la alimentación infantil un buen desarrollo del niño. Esto es de manual para padres principiantes o veteranos. Pero ¿a qué no siempre es tan sencillo? Pues no. Una cosa es la teoría y otra la práctica. Y, por tanto, a veces nos desviamos del buen camino. Hoy en Nait Nait, tu tienda online de productos infantiles te damos algunos consejos para volver a tomar las riendas y mejorar la calidad de las comidas de toda la familia. 

Comer rico y variado, además de darte una paz interior enorme por saber que estás haciendo las cosas bien, es vital para que tu hijo crezca sano y fuerte, favoreciendo su crecimiento físico e intelectual. Según los expertos, una correcta alimentación infantil influirá positivamente en la capacidad de aprendizaje, comunicación, sociabilización, rendimiento, etc. de los más pequeños. Hoy en día somos muy conscientes de esto, lo que sumado a la cantidad de información al respecto que encontramos en internet o en redes, muchas veces nos hace sentir desazón e inseguridad porque hay miles de teorías y pautas que cambian y evolucionan muy rápido.

Consejos para cuidar la alimentación infantil

Obviamente nosotros no somos expertos en nutrición, para eso, si queréis, hay muchos especialistas en la materia que os podrán echar una mano. Pero quizás no sea necesario y baste con añadir un poquito de sentido común. Desde aquí, teniendo en cuenta las muchas circunstancias que afectan a esta rutina, solo queremos dejarte algunos tips que te pueden ayudar, en la medida de lo posible, a mejorar los hábitos alimenticios. 

La dieta mediterránea

La dieta mediterránea es una valiosa herencia cultural y, más que una pauta nutricional, es un estilo de vida propio. ¿Por qué no aprovecharnos de todos sus beneficios? Descansar, comer rico, dormir las horas correspondientes, hacer deporte y disfrutar de actividades al aire libre… Sabemos que parar a veces es difícil, pero es necesario para sentirnos mejor por dentro y por fuera y, en definitiva, para mejorar nuestros hábitos cotidianos. 

Esta dieta no incluye alimentos procesados, ni artificialmente edulcorados, ni sucedáneos de alimentos naturales… ¿Por qué los necesitamos entonces?

Hay que tener claro que todos los alimentos que tenemos a nuestra disposición en este país cumplen con rigurosas normativas y controles de calidad, por lo que son saludables en las cantidades que indican en su etiquetado, según los parámetros del Ministerio de Sanidad. ¡Así que no salten las alarmas! Pero si esto es así, ¿por qué tanto revuelo con colorantes, conservantes, estabilizadores, etc.? El problema está en que la suma de muchos de estos alimentos, sí que excede los límites que sanidad considera seguros. Es decir, que unas lonchas de jamón de supermercado son seguras. Pero, si además comes 4 galletas, una carne envasada y un paquete de doritos, pues amigo, posiblemente has excedido los límites de lo saludable.

Conclusión, consumamos alimentos nacionales, de temporada, sin envasar y lo más naturales posible. Por esto, yo he decidido comprar productos ecológicos siempre que puedo y cocinarlos en casa, dejando para casos excepcionales los alimentos de otro tipo. El pescado… no tiene salvación. Los mares están contaminados, por ejemplo, el problema que hay detrás del pescado azul con los metales pesados, los cuales no eliminamos de nuestro organismo. Eso no quiere decir que no debamos consumirlos, pero, por supuesto, siguiendo siempre las recomendaciones de la OMS.

La clave de esta alimentación

No hay alimentos malos, la clave está en el equilibrio y en la frecuencia del consumo de estos. Evidentemente, adaptada a las cantidades de la edad y al desarrollo de los más pequeños. Incluye todos los grupos, pero sin abusar de ellos. Especial cuidado con los que engordan y no alimentan. ¡No son necesarios!

En definitiva, ¡volvamos a la dieta mediterránea de nuestros padres y abuelos!

La pirámide alimenticia 

Haz una búsqueda rápida por internet y encontrarás miles de ejemplos que te servirán de apoyo. No tengas la pirámide como tu enemiga, todo lo contrario, te ayudará a sentar las bases del menú semanal (el que tantos quebraderos de cabeza nos da). Por otro lado, aunque en los supermercados ya no haya fecha para el consumo de unos productos u otros, intenta consumir los alimentos de temporada. Estos conservan mejor los nutrientes, su sabor es más intenso y el precio más económico. Asimismo, en casa no debe faltar el aceite de oliva, las legumbres y cereales, el pescado, lácteos, huevos, frutas, verduras, yogur o frutos secos. En definitiva, los alimentos de toda la vida.

Cinco comidas y una buena hidratación

Desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena. Las cinco comidas son importantes y no debes saltarle ninguna. Asimismo, el complemento perfecto para todas ellas es una buena hidratación. Y aunque estén muy ricos y a los niños les encante, para beber, la mejor opción siempre es el agua. Los refrescos, zumos envasados, etc. para momentos excepcionales en los que no los podamos evitar, como cumpleaños o comidas multitudinarias en las que tenemos que dejar pasar alguna que otra cosilla.

Predica con el ejemplo

De nada vale que intentes darle brócoli a tu hijo, si no lo ve en tu plato. Los peques aprenden por imitación y los padres o cuidadores son los primeros que deben atender su alimentación. Comer en familia, aunque sea una vez al día, ayuda a establecer lazos y vínculos emocionales, lo que facilitará que los niños quieran compartir sin llantos este ratito con los padres. Por pedir, evita el uso de móviles o televisión en la mesa. ¡Es una distracción para todos innecesaria!

Siempre tengo presente la frase “no te preocupes porque tu hijo no te escuche, porque te está viendo”. Nunca he hecho dramas al introducir alimentos, al igual que no lo he hecho con el habitación, cuna a cama o cualquier otra evolución lógica fruto del crecimiento de los hijos. Creo que si simplemente se le van introduciendo alimentos y ellos ven que es lo normal en casa, será lo normal para ellos. Ojo a los comentarios, ¡que ellos lo escuchan todo! “Eso no se lo pongas que no le va a gustar”, “Quitale el pimiento que no lo vea que si no, no se lo come”, “¿Judías? ¿Pero cómo le vas a dar judías al niño?”. Basta que escuchen esto una vez, para que no lo quieran nunca más. ¡Seamos más psicólogos!

Involucra a tus hijos

Convertir el momento de comer y todo lo que esto conlleva en algo divertido, te ahorrará más de un disgusto. Empieza por llevarte a tus hijos a hacer la compra (cuando tengas tiempo y paz interior para esta aventura), dales responsabilidades e involúcralos en todo el proceso. Luego, una vez en la cocina, pídeles que te echen una mano y que jueguen a ser pequeños chefs. Deja que su imaginación vuele y que presenten los platos de maneras diferentes. ¡Te sorprenderán!

Aliados perfectos para mejorar la alimentación infantil

Y para poner en práctica estos consejos para mejorar la alimentación infantil, solo nos falta estar preparados para ellos. ¿Cómo? ¡Con nuestros artículos plastificados! Con ellos nos olvidaremos de manchas indeseadas durante el momento de la comida. ¿Los conoces?

Babi con bolsillo interior plastificado

Pongámonos en el caso más “radical” en el que tenemos un niño de 2 años en plena etapa de “yo solo” comiendo espaguetis con tomate, ¿qué babero resiste semejante afrenta? Si es de los de abrochar al cuello, mangas y pantalones/vestido acabaran rojos; si es de “babi” toda la parte de abajo acabará roja; si es de los que tienen un cacito que recoge la comida, aun nos quedan las mangas por proteger. Y, por supuesto, hay que tener suerte para que, lo que caiga, caiga dentro y que no le dé por jugar con su cacito dándole la vuelta, que es una práctica muy extendida entre los locos bajitos…

¡Aquí tenemos la combinación perfecta para aguantar tempestades! Hemos diseñado un baby plastificado, con mangas que ajustan con un elástico, largo para que cubra la ropa y con una ballena que delimita un bolsillo interno para que caiga dentro la comida, pero sin ser accesible para jugar a darle la vuelta. ¡¡Voilà!! ¡Listos para el más duro de los combates!

Bebero plastificado

Cuando los niños van creciendo, llega una edad en la que, con algo de suerte, se van manchando menos, pero, aún así, seguimos necesitando una protección para caídas inesperadas. Para ellos, ¡hemos pensado esta alternativa estupenda! Un babero con cierre de lazo de algodón para que no se deshaga -no con el típico velcro fácil de quitar tirando-, pero conservando la ballena y bolsillo interior para que, si algo cae, ¡caiga dentro! 

También cuando hace mucho calor, da pena ponerles un baby, ¡así que es una opción más fresquita para los meses de verano! De todas formas, si queremos proteger las mangas, estos baberos pueden combinarse con los puños a juego. ¿Has visto algo igual?

Puños plastificados

Para rematar nuestra oferta antimanchas, hemos diseñado estos puños plastificados de estrellas, que cierran con elástico para que no metan las mangas en el plato. ¡¡¡Ta-ta-ta-chán!!! A partir de ahora, el que se queje de manchas es porque quiere… Puedes comprarlo de manera independiente o junto al babero con bolsillo a juego.

Espero que os hayan servido estos consejos de alimentación infantil. Y, por supuesto, os mando ánimos para que intentéis no desviaros mucho por el camino y cuidar la alimentación de los hijos. Nos vemos en el próximo artículo del blog de Nait Nait.